En 2007 comencé a escribir un blog sobre alfarería asturiana. Por aquel tiempo me documentaba para un trabajo sobre el tema que generó, entre otras cosas, una obra de teatro juvenil: El enigma del palacio de Bao. Ya entonces, me propuse crear uno acorde con mi actividad literaria. Sin embargo, han tenido que pasar varios años, ocurrir muchas cosas y aclarar algunas dudas sobre si lanzar una bitácora más a la saturada blogosfera para que me decida.
Lo hago, por fin, tras los múltiples agradecimientos que recibo por publicar cada mañana un microcuento en la red social Facebook y el ruego continuo de que no deje de hacerlo. Al parecer, han ayudado a mucha gente a superar circunstancias adversas, a distraerla de sus preocupaciones o, simplemente, a recibir la mañana con una sonrisa. De modo que los he recopilado y publicado en la categoría Microcuento. A ellos se sumarán otros e iré añadiendo nuevas entradas en las que abordaré temas de actualidad, opiniones sobre libros, autores, reflexiones y escenas autobiográficas con las que puedas identificarte. Por tanto, que tú leas lo que publico será determinante para que este apartado siga creciendo.
En definitiva, me importa saber si te gusta este blog que da voz a una escritora que, desde muy joven, siente íntimamente la escritura. Porque como anotó el poeta José Ángel Valente en Diario anónimo (1959- 2000) «La escritura no es un acto, es un estado». Un estado que tarde o temprano exige ser compartido con lectores, en una relación en la que ambos crezcamos.
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