-¡Oh, Dios mío, Dios mío!
-Tranquila, tranquila. Lo encontrarán.
-¿Lo entiendes ahora, Anibal?
-Sí, mi vida, pero nosotros no podemos cambiar el mundo.
-¿Cómo que no? Acaso no podemos utilizar menos el coche, comprar productos de agricultura ecológica, reciclar…
-Perdemos a nuestro hijo y tú me das una conferencia sobre ecología…
-Si no fuera el cambio climático…
-Calla, Marta, calla. Estás en estado de shock.
-Hoy estoy en estado de shock y ayer era una fanática.
Ilustración: Pascal Campion
junio 5, 2017 at 19:27
Y reventar con la verdad y que nadie te haga caso hasta que ocurre la desgracia… y aún así. Un abrazo, Claudia
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junio 5, 2017 at 18:28
Impotencia de ver lo que pasa….
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