-Si tener amistades se me diera tan bien como vosotras…
-Las amistades no crecen con lágrimas.
Ilustración: Cloudy Thurstag
-Si tener amistades se me diera tan bien como vosotras…
-Las amistades no crecen con lágrimas.
Ilustración: Cloudy Thurstag
-Me da pena, de niñas estábamos siempre juntas y ahora no sabemos de qué hablar.
-¿Lo sabíais entonces?
Ilustración: Pascal Campion
-Mañana no puedo, quedé con Sabina.
-¿Con Sabina?
-Parece ser que no tiene con quien tomar un café.
-Lógico, en cuanto le cuentas lo que te ocurre te dice lo que tienes que hacer.
Ilustración: Sophie Griotto
-Hasta mañana, que descanséis.
-¿A tus padres no les importa que tus amigos seamos distintos a ti?
-¿Por qué iba a importarles?
-Lo ignoro, pero tengo oído que hay padres así.
Ilustraciones: Pinterest
-¿Por qué brindamos?
-Por nuestra amistad.
-Amigas hasta la muerte.
-¿Y si nos enfadamos?
Ilustración: MerryI lustración
—¿Que miras, Yorik?
—Como comes.
—Sabes que no voy a darte nada.
—¿Por qué? Has hecho un montón de comida. ¿Quien va a comerla? Solo me tienes a mí.
—¿Por qué tienes que recordármelo constantemente.
—Porque los perros somos amigos sinceros.
Ilustración: Yayao Ma
-¡¿Quién iba a imaginar cuando nos hicimos amigos en preescolar que íbamos a seguir siéndolo después de tantos años?!
-Más sorprendente, Sergio, es que sigamos jugando a la canicas.
-¿Por qué? ¿Se te ocurre algo más apasionante que hacer?
Ilustración: CreaMagic.com
-Te lo confieso, Juan. A veces quisiera ser otra para no tener mis problemas.
-¿Los problemas de quién querrías tener?
Ilustración: Simini Blocker
-Voy a cogerte una salchicha, tienen una pinta estupenda.
-Y yo a ti una croqueta, tienen aspecto de estar riquísimas.
-Qué bueno está todo. ¿Dónde cree tu hija que estás?
-En el médico.
-Qué raro que no haya querido acompañarte.
-Le dije que lo harías tú.
-¿Se fía de mí?
-En absoluto, pero con tal de no verte…
Ilustración: Inge Look
-Estos dulces están buenísimos.
-Están recién hechos, los compré esta mañana.
-¿No te registró tu hija al volver de la compra?
-Dije que eran para su suegra. Ahora está con ella.
-¿Y que están merendando?
-La hogaza de pan sin sal que dije era para nosotras.
Ilustración: Inge Löök
-Sal tú. Tengo para un buen rato.
-¿No puedes dejarlo?
-Me va la vida en ello.
-Estás loca. Cuando tengas cincuenta años de lo que menos te acordarás es del trabajo de fin de carrera. Hay que mirar la vida con perspectiva.
-Es lo que intento, pero no ayudas mucho.
Ilustración: Simini Blocker
-Guau, guau.
-Calla, Sancho, son mis amigos.
-Guau, guau.
-Tenéis que hablarle para que os vaya conociendo.
-Hola Sancho, yo me llamo Ignacio.
-Guau, guau.
-¿No le gusto?
-Sí, mucho. Ahora pregunta cómo se llama tu hermana.
Ilustración: Marcel Marlier
-Tenéis quince minutos para merendar.
-Amelia, no tiranices a tus amigos.
-No son mis amigos, mamá. Han venido a que les ayude en los estudios. Me consideran la empollona de la clase.
-Si es así, demuéstrales que agradeces que confíen en ti para enseñarles y sé más amable con ellos.
-¿Más? ¡Les estoy enseñando gratis!
-Te equivocas. A cambio, ellos te están enseñando a compartir tus conocimientos.
Ilustración: Evelyn Davidii
Comentarios recientes