-¿Por qué no nos daríamos estas satisfacciones de jóvenes?
-Hacíamos dieta para caber en la talla cuarenta y dos.
-Mejor sería la hiciéramos ahora.
-¿Por qué? Nuestra compañía de seguro no cobra por la talla del ataúd.
Ilustración: Inge Löök
-¿Por qué no nos daríamos estas satisfacciones de jóvenes?
-Hacíamos dieta para caber en la talla cuarenta y dos.
-Mejor sería la hiciéramos ahora.
-¿Por qué? Nuestra compañía de seguro no cobra por la talla del ataúd.
Ilustración: Inge Löök
-¿Viste a esos viejos?
-Luego dicen de los jóvenes. Tú y yo acabamos de hacernos novios y no nos comportamos así.
-No tendrán amigos a quién contarle lo que sienten.
Ilustración: Ángel Boligán Corbo
-Armanda, no quiero morirme sin decirte que fuiste la razón de mi existir.
-Lo sé, Antonio. Cuando estás dormido no dejas de decírmelo.
Ilustración: gifsydospazenlatormenta.blogspot.com
-Abuelita ¿qué escribes?
-Escribo una carta a tus padres
-Los ves todos los días…
-Pero no me escuchan.
Ilustración: Pinterest
-¿Desde cuándo practicas tai-chí, abuela?
-Desde que cumplí noventa y la vejez por si sola no me proporcionó la serenidad que anhelaba.
-¿Y funciona?
-No sé si me dará tiempo a saberlo. Parece ser que aprender lleva años.
Ilustración: Pinterest
-Tú te sientes un fracasado porque no has vivido tu vida, sino la de los demás. Bien te lo dijimos, solo tenemos una vida
-¡No te oigo bien, hija, mejor cuelgo. ¡Qué pesada! Cada vez que me reúno con la peña se pone así. ¿Me perdí algo?
-Nada. Lo de siempre, éste que sigue quejándose.
-No te quejes, Erasmo y muévete. Todavía estás a tiempo de cumplir tus sueños.
-¿Qué sueños? Que yo recuerde, nunca tuve.
Ilustración: Klimtbalan
-Abuelo, qué bien que hayas venido a vivir con nosotros. ¿Te vas a quedar hasta que yo sea mayor?
-No dispongo de tanto tiempo.
-¿Entonces, a dónde te irás?
-Llevo toda la vida preguntándomelo.
Ilustración: sulromanzo.it
-¿Qué Tomás, pican?
-¡Qué van a picar! Están todos muertos, como yo.
-¿Qué dices, hombre?
-Ya ves, Jesús, tantos años en la mar para acabar varado.
-Tú no eres un barco, hombre.
-Yo creí que con los años sería un viejo lobo de mar, no un jubilado.
-La vida no es una novela,«Donde hay patrón, no manda marinero».
Ilustración: Ilustración y Pintura Segaley
–¿Fuiste al médico?
–Sí.
–¿Y qué te dijo?
–Me miró las constantes vitales y me garantizó que sigo vivo. Está seguro de que se trata de una transmutación angelical y no avícola.
–¿Pero algo más te diría?
–Que ocurre a las buenas personas de avanzada edad. Al parecer, al alargarse tanto la vida empezamos a vivir en ésta parte de la que nos corresponde en la otra.
–¡Buf! Gracias a Dios que yo siempre fui un cabrón.
Ilustración: Victoria Kirdiy
-Ja, ja, ja. ¡Qué buen aspecto tengo!
-¡Mira Nora que alfombra más bonita!
-Nos la llevamos.
-¿Y qué le diremos a tu hija cuando vuelva?
-Que la compramos en Comercio Justo. Todo lo compra en esa tienda.
Ilustración: Inge Löök
-¿Abuela, por qué ya no vas nunca a la pastelería?
-Me hice vieja.
-¿Y eso que importa?; tus pastas son más ricas que las de mis padres.
-Llega una edad en que una ya no rinde como antes y molesta más que ayuda.
-Tú no, abuela.
-Yo también, Pablo, pregúntaselo a tu padre.
-No hace falta; dice que desde que te jubilaste ha perdido mucha clientela.
-Tu padre creció en la pastelería y nunca mostró interés por mi trabajo. Si hubiera hecho como tú, ahora sería un gran pastelero.
—Mamá, cuando yo sea mayor y tu vieja, yo te cuidaré.
—Esa no es tu obligación, Nacho.
—¿Cuál es?
—Ocuparte de tu vida.
—¿Es que piensas salir de ella?
#buenosdiastengais #PascalCampion
Ilustración: Pascal Campion
Comentarios recientes